La búsqueda de exclusividad en vacaciones tomó nuevos contornos con la pandemia del nuevo coronavirus. Si antes el distanciamiento social era un lujo para unos pocos, el Covid-19 llevó a muchos huéspedes a llevar la necesidad de seguridad y privacidad a otro nivel: la compra total.
El término, que suena a jerga empresarial (¡y lo es!), se ha utilizado en el mercado turístico para referirse a la reserva de una instalación de alojamiento completa –es decir, todo el espacio– para un solo huésped o grupo. Originalmente significa comprar una empresa, o parte de ella, y tomar el control.
La práctica no es precisamente nueva en el sector de la hostelería, pero solía estar restringida a clientes de alto nivel, pequeñas bodas o eventos del mercado corporativo (que utilizaba estos establecimientos para celebrar conferencias).
Desde el inicio de la crisis sanitaria, sin embargo, ha abandonado los hoteles y resorts de lujo y se ha extendido al alojamiento, ante el aumento de la demanda de compras por parte de grupos de amigos o familiares, que quieren cambiar de aires sin salir de su núcleo siguiente.
A día de hoy, algunos establecimientos ya han formalizado paquetes específicos para este tipo de huéspedes, facilitando las negociaciones y reservas. Los más populares son los hoteles y posadas en la costa o en lugares donde la naturaleza es más acogedora.
Servicios personalizados
Y si hay huéspedes dispuestos a pagar un poco más por tranquilidad y seguridad, esto también puede garantizar servicios diferenciados incluidos en el paquete de compra, generando nuevas oportunidades de ingresos para el sector.
Es posible ofrecer diferentes servicios gastronómicos, por ejemplo, opciones que incluyen sólo desayuno, otras con media pensión (café y cena) e incluso organizar un modelo todo incluido, con todo incluido, eliminando por completo la necesidad de salir del hotel. hotel o casa de huéspedes.
Otra idea es permitir que los huéspedes hagan uso de la cocina del hotel, ofreciéndoles la posibilidad de llegar al alojamiento con alimentos y bebidas adquiridos por el personal. También se pueden incluir traslados y experiencias locales.
Y, si hablamos de servicio personalizado y exclusividad, artículos de bienestar y salud diseñados específicamente para estas ocasiones deben completar la experiencia.
Por supuesto, no faltan champús, acondicionadores y jabones especiales, pero también se pueden incluir otros artículos, como aceites de aromaterapia, pediluvios, fragancias florales, lociones hidratantes, sales de baño y ropa de cama de alta calidad. Artículos de higienización como el alcohol en gel también son fundamentales hoy en día para que los huéspedes se sientan seguros y disfruten de la experiencia.
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