Brasil es conocido internacionalmente por la disponibilidad de exuberantes playas, repartidas a lo largo de más de 8.500 kilómetros de costa. Lo que no todos saben es que el país también cuenta con 35 mil kilómetros de ríos y canales navegables, además de más de 9.000 kilómetros de riberas de embalses de agua dulce, lagos y lagunas. Por tanto, el territorio nacional tiene uno de los mayores potenciales del mundo para el turismo náutico.
Según el Ministerio de Turismo, este segmento se caracteriza por el contacto con el agua, dulce o salada, y está vinculado a la navegación, los deportes náuticos y otras actividades afines. Considerando únicamente los cruceros, la temporada 2021/22 generó 2.241 millones de rands, generando más de 30 mil puestos de trabajo.
A diferencia de otros modelos de turismo, los barcos no son sólo un medio de transporte, sino también el principal atractivo, ya que suelen ofrecer ocio y entretenimiento durante el viaje.
No sorprende que los fabricantes de embarcaciones hayan visto un aumento en la demanda. El segmento cerró 2021 con un aumento de 20% y la previsión es terminar este año con un crecimiento de 10% a 15%, afirma Acobar (Asociación Brasileña de Constructores de Embarcaciones y sus Implementos).
Como funciona
Los viajes pueden variar desde horas, en el caso de embarcaciones más pequeñas, o días, en el caso de cruceros marítimos. Hoy en día es posible alquilar vehículos marinos como catamaranes, lanchas rápidas, yates y veleros a través de la aplicación, del mismo modo que se alquilan casas a través de Airbnb. Los precios varían y comienzan desde R$ 600. La persona debe tener una licencia específica, pero también es posible contratar a un marinero experimentado para el recorrido.
Algunas ciudades que ya son conocidas por la belleza de sus playas destacan en lo que respecta al turismo náutico -que también incluye actividades en balsas, ferrys e incluso tablas-. Fortaleza (CE), Recife (PE), Fernando de Noronha (PE), Ilhabela (SP), João Pessoa (PA), Morro de São Paulo (BA), Ilha Grande (RJ), Ubatuba (SP), Florianópolis (SC) ), Natal (RN), Paraty (RJ) y Caraguatatuba (SP) son algunos de ellos.
Sin embargo, otras regiones alejadas de la costa también ofrecen experiencias náuticas a los turistas, brindando momentos de relajación, contemplación y actividades aún más radicales. Ejemplos de ello son la navegación por los ríos de aguas traslúcidas de Bonito (MS) y el paseo en barco por las corrientes de las Cataratas del Iguazú (PR).
Cuidado
Si el turismo náutico está en tus planes, es necesario que tomes algunas precauciones antes de hacer las maletas y embarcarte. El Ministerio de Turismo advierte que la embarcación deberá estar registrada ante la autoridad marítima, además de tener capacidad para transportar personas y ofrecer como finalidad servicios turísticos.
Los barcos extranjeros sólo pueden operar mediante fletamento por agencias de viajes brasileñas o por armadores extranjeros con empresa registrada en el país.
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