Ante la crisis climática, varios sectores de la economía están adoptando protocolos más sostenibles para minimizar los impactos de sus actividades en el medio ambiente. Uno de estos procesos es la descarbonización, un tema que ya preocupa a alojamiento significa, pero debería ganar aún más espacio en los próximos años. Pero, al fin y al cabo, ¿qué tiene esto que ver con la industria hotelera?
Los establecimientos del sector funcionan las 24 horas del día, los siete días de la semana. Por tanto, demandan un gran volumen de recursos, como electricidad y agua. Además, las instalaciones de alojamiento también dependen de la entrega de insumos, que puede realizarse con medios de transporte que utilizan combustibles fósiles y gas para calefacción, por ejemplo.
Medidas de descarbonización en la industria hotelera
Preservar el medio ambiente y reducir los efectos de la crisis climática son responsabilidad de todos los sectores de la economía. No en vano, la adopción de medidas sostenibles, junto con el resto de premisas ASG (acrónimo en inglés de buenas prácticas ambientales, sociales y de gobernanza), ha sido más demandado por el mercado y los consumidores. Por tanto, la descarbonización debe formar parte de la agenda de los gestores del sector hotelero.
En primer lugar, es importante entender que la descarbonización es el proceso de reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles y la actividad industrial. Por tanto, el objetivo es reducir la concentración de estos gases en la atmósfera para mitigar los impactos del cambio climático.
En el sector hotelero se pueden adoptar algunas medidas a tal efecto. Algunos ejemplos son:
- Invertir en eficiencia energética
Mejorar el aislamiento térmico, utilizar iluminación LED, adoptar sistemas de calefacción y refrigeración más eficientes y controlar el uso de energía ayudan a reducir las emisiones de carbono a largo plazo.
- Adoptar fuentes de energía renovables
Invertir en paneles solares u otras fuentes de energía renovables permite hoteles generar al menos parte de su energía de forma limpia. Actualmente, existen casos en los que 100% de la energía consumida por el establecimiento provienen de fuentes renovables.
- Tener una buena gestión de residuos y agua.
Reducir los residuos, reciclar y reutilizar materiales, así como adoptar prácticas eficientes de gestión del agua, también son formas de contribuir a reducir la huella de carbono.
- Fomentar el transporte sostenible
Fomentar el uso del transporte público, ofrecer bicicletas a los huéspedes o instalar puntos de recarga para vehículos eléctricos puede reducir las emisiones asociadas al transporte.
créditos de carbon
Hoy en día, algunas cadenas hoteleras ya forman parte del mercado de carbono. Los créditos de carbono son certificados digitales que aseguran que una empresa ha evitado la emisión de GEI. Hoy, cada crédito de carbono equivale a una tonelada de CO2 que dejó de emitirse. De esta forma, se premia a las empresas que reducen la emisión de estas sustancias nocivas.
Los créditos de carbono se pueden negociar. Así, las organizaciones pueden comprar certificados de proyectos que hayan reducido o evitado las emisiones de gases de efecto invernadero para compensar los efectos de la propia actividad. En el sector hotelero existen ejemplos de programas en los que tanto el establecimiento como el huésped Pueden adquirir créditos para compensar los impactos ambientales de su estancia.
Otras ventajas de la descarbonización para la industria hotelera
Además de la responsabilidad medioambiental, la descarbonización aporta otras ventajas a la industria hotelera. Uno de ellos es atraer viajeros preocupados por los impactos de su estancia en el medio ambiente. Saber que el alojamiento cuenta con acciones para reducir su huella de carbono puede conquistar a los huéspedes que buscan una ecoturismo o turismo regenerativo.
La adopción de fuentes de energía alternativas y medidas para mejorar la eficiencia energética también ayuda a reducir los costos operativos a largo plazo. Considerando que la actividad hotelera es continua, los ahorros pueden alcanzar cientos de miles de reales en pocos años – o siete cifras, si consideramos las cadenas hoteleras globales.
Por tanto, la descarbonización, junto con otras prácticas sostenibles, puede hacer que el alojamiento sea más competitivo.
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